Hoy me sorprendí no reconociendo en el espejo la imagen que
devolvía.
Me quedé mirándola durante unos segundos y no, no era yo.
Misma coleta alta, mismo pelo suelto.
Distintos ojos. Distinta mirada.
No digo más sabios, pero sí más viejos.
Como si en una tarde, la lozanía se hubiese perdido
y una especie de pesadez del alma me hubiese caído encima.
Hartazgo. Ineptitud. Cansancio. Decadencia.
Una mezcla de todo ello hace que 20 años apareciesen de golpe,
como por arte de magia.
Es la edad que tengo.
La que aparento.
La que reflejo.
Dichosos espejos,preciosas letras ❤
ResponderEliminarPues sí, Sonia. Gracias, querida amiga. 😘😘😘😘
EliminarMe ha gustado mucho pero no estoy nada de acuerdo en que la imagen que aparece sea la del cansancio y la decadencia. Estás preciosa.
ResponderEliminarGracias, "desconocido" (intuyo que no lo eres por tu generosidad). Lo cierto es que lo que escribo fue tal cual me sentí.
EliminarUn saludo.
Es increíble cómo logras dejar tu alma en cada palabra. Frases de consuelo no hay (a veces el alma siente lo qe siente y ya); es una suerte que sepas tratarla tan bellamente en estos trazos que nos regalas. Te quiero amiga HERMOSA
ResponderEliminarDraJ🥰🥰🥰
¡¡Ay, Jude!! Me tienes con los vellos de punta con cada comentario que me regalas. Sois muy muy generosas conmigo.¡¡Te quiero, amiga!! 😘😘😘😘
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