Me gustaría contaros la historia de mi vida… Soy la mota de
polvo del comienzo de La Regenta, la pluma que aparece al principio de Forrest
Gump,… soy los suspiros que la gente exhala por la ventana de su habitación
mirando al infinito.
¿Sabéis qué he visto hoy?
Un paisaje de un verdor impresionante. Unas montañas eternas y
una quietud inimaginables de donde venía…
En la ciudad siempre van con prisas, que si un tropiezo por
aquí, un disculpe por allá… un sinfín de identidades sin identificar. Anónimos
personajes con un montón de historias que nunca se contarán, que nunca se
sospecharán,… que nunca importarán.
Porque ya no existe la idea de tribu, de comunidad, de
humanidad…
Las personas se cruzan y no se ven…
¡Si supieran qué diviso desde lo alto!
En este maravilloso lugar he descubierto… tranquilidad, soledad,
sosiego… parece que el tiempo se hubiera parado. Aquí no hay prisas. Te
encuentras contigo misma y te redimes de tus faltas… nada importa. Sólo
disfrutar de este momento y de la vida que regala. Porque aquí se respira aire
puro, verdad, mirada a los ojos cuando te cruzas con alguien…
Lástima que tenga que seguir mi viaje pero, de momento, voy a disfrutar al máximo de mi estancia aquí. Mañana… mañana será otro día.
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