domingo, 18 de octubre de 2020

Encajando piezas

 

Me doy cuenta de que estoy algo nerviosa. Creo que la falta de confianza en mí me ha hecho ser siempre una imitadora. Salvo dando clase, donde me muevo sobre todo por intuición y observación. Me gusta adaptar las metodologías estudiadas a mi grupo y niñ@s en particular. Cada año diferente, cada persona, distinta.

Con los peinados tampoco suelo copiar a nadie. Improviso. Me gusta mucho cambiar de "look".

Tiendo a imitar en otros campos (creo). Ahora incluso dudo porque estoy pensando que cuando escribo, también me siento libre. Jamás he pretendido simular las letras de nadie. De ahí que utilice la escritura como desahogo vital. Por recomendación paterna, jamás escribí un diario, sin embargo, me gusta plasmar mi sentir en la hoja en blanco y compartirlo con vosotros, es curioso, lo sé (por contradictorio). Pero es que es algo íntimo (aunque luego lo muestre). Ante el folio me permito (casi siempre) ser yo.

Sin embargo, en el contacto cuasi directo de las RRSS, no es así. Intento mantener el tipo, aunque no siempre ha ocurrido de esta manera.

Procuro escribir bien y que atraiga, que guste. Me fijo en lo que comparte la gente y me empapo de su sapiencia: poniendo fotos, guardando silencios, las etiquetas que generan,... y así, va naciendo un personaje que en ocasiones me planteo si se parecerá a mí.

No sé. Imagino que una acaba siendo todos ellos. Como las lecturas, como la música, cada día te toca ponerte una máscara diferente.

Por mi parte, me estoy liberando. Me estoy conociendo.

Procuro ir montando un nuevo puzle en donde cada vez veo más claro dónde encajan las piezas.



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