jueves, 5 de septiembre de 2019

Reflejo


Hoy me sorprendí no reconociendo en el espejo la imagen que devolvía.
Me quedé mirándola durante unos segundos y no, no era yo.
Misma coleta alta, mismo pelo suelto.
Distintos ojos. Distinta mirada.
No digo más sabios, pero sí más viejos.
Como si en una tarde, la lozanía se hubiese perdido
y una especie de pesadez del alma me hubiese caído encima.
Hartazgo. Ineptitud. Cansancio. Decadencia.
Una mezcla de todo ello hace que 20 años apareciesen de golpe, como por arte de magia.
Es la edad que tengo.
La que aparento.
La que reflejo.