domingo, 21 de abril de 2019

Pensamiento recurrente


Cada vez con más asiduidad me encuentro sintiendo lo mismo. Y no es nuevo, releyendo mis escritos aprecio que llevo tiempo buscando mi lugar en el mundo, sin encontrarlo. No sé quién soy. Sé que no puedo sino mostrar mi mejor cara a los demás, no es cuestión de pose sino más bien de no querer importunar a nadie. No querer que nadie sufra por mí. Cada vez más, lloro en silencio… en el silencio de mi habitación interior, que me acoje sin reparos ni cuestionamientos. Donde puedo ser niña, ogro, sombra agazapada para no ser vista o rayo de luz que brilla en el cielo…  Sin dar explicaciones a nadie. Sintiendo, simplemente, siendo. Dejándome llevar sin pensar antes de hablar, sin prever las posibles cuatro jugadas siguientes para tener la partida encauzada… Relajándome un tanto, sintiéndome libre sin tantos convencionalismos… Respirando…
Si lees esto amiga, amigo, no sientas lástima por mí, o sí... siéntete libre de hacer lo que te plazca... es sólo un desahogo…

2 comentarios:

  1. Benditos desahogos, amiga. Agradecida de haber descubierto tus letras, de haberte encontrado a ti. Siempre reconforta saber que hay gente que hace que esta vida merezca la pena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Benditos, Sonia... La agradecida soy yo. Esta aventura "literaria" me está proporcionando ¡tantas alegrías!. La mayor de ellas, sin duda, encontrar el grupo humano al que perteneces... No os merezco...

      Eliminar