miércoles, 10 de abril de 2019

Reflexiones III


No eras real. Te inventé porque lo necesitaba. Hablaba contigo, reía contigo,… lloraba contigo. No tenías cara definida y sin embargo me hacías tanta compañía… mi alter ego, mi fortaleza, mi complementario. Eras todo lo que ansiaba ser…
Siempre llena de dudas te anhelaba, te consultaba… Cuántas veces no sabía cómo actuar y te preguntaba… y como eras etéreo te hallaba en todas partes: una mirada, una sonrisa,… cualquier gesto en las personas respondía mis interrogantes…
Ahora flaqueo… En ocasiones, ¡¡me siento tan sola!! aunque esté rodeada de gente me encuentro en la mayor de las soledades… Pero lo necesito, lo deseo… Quiero mi propio rincón en el mundo para perderme… ¡cómo me gustaría desaparecer! Hacerme invisible y marcharme lejos,… no necesitar a nadie y que nadie me necesite a mí… Nacer de nuevo, luchar de nuevo,… vivir de nuevo… Asombrarme por todo y disfrutar de cada instante…
Cómo me gustaría librarme de convencionalismos… no ser tan correcta, tan voluntariosa: tan cuadriculada.
Querría decir no al mundo y a quienes habitan en él. Querría ser suspiro, vaho,… lágrima…
Querría evaporarme y quién sabe si algún día emerger…

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