jueves, 11 de abril de 2019

Como todos los días


Como todos los días, se sentó delante de la hoja en blanco dispuesta a comenzar su relato… Pero como también le ocurría a diario, no encontraba palabras que mereciera la pena ser escritas.
En ese momento, en ese preciso instante, fue consciente de su propia realidad.
El folio en blanco representaba su vida. Anodina, llena de rutinas, trivialidades…
Tic-tac… el despertador suena a las 7:30. Lávate, desayuna, vístete… márchate a trabajar.
Tic-tac… las 15:00h. Vete a casa, come, descansa…
Tic-tac… las 18:00h. Hora de sentarse a escribir.
Tic-tac… las 22h. No llega la inspiración. Cena, ve un poco la tele y un día más llega la hora de dormir.
Cuando se acostó, intentó reorganizar sus pensamientos.
Comenzó repasando su quehacer diario… y se dio cuenta que había hecho lo mismo que ayer y, probablemente, lo mismo que mañana…
Se frustró, se vino abajo… y se rindió al sueño.
Fue entonces cuando ocurrió. Desde ese limbo ingrávido donde todo es posible, algo sucedió, no recordaba qué, pero al despertarse se había transformado…
Se dijo a sí misma que, aunque otros creyeran controlar su persona, ella sería la dueña de su vida, de sus pensamientos, … de su alma. Y luchó con todas sus fuerzas por conseguirlo…
Así, la hoja dejó de ser blanca…
Un día fue rosa, otros días azul, amarilla… Y se fue transformando en una serie de cuentos que hoy conforman el libro “Mi vida es de colores”.
Y tú… ¿te atreves a soñar?

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